USAN FUNCIONARIOS tarjetas antimicrobianas

Patricia Espinosa


Desde hace unos días funcionarios del gabinete estatal muestran imágenes donde una buena parte de ellos portan una tarjeta que no es un gafete, sino una protección antimicrobiana para enfrentar la pandemia del COVID-19.


Diferentes medidas se utilizan para prevenir el COVID-19 junto a un cubrebocas, gel antibacterial; y en esta ocasión en la entidad chiapaneca comercializan este producto que actúa tras la liberación continúa de dióxido de cloro, descompone los virus y bacterias contenidos en el aire circundante que funciona hasta un metro cuadrante de aire alrededor del cuerpo.


La tarjeta esterilizante puede portarse sobre el cuello o sobre las pertenencias como bolsa, mochila o maleta. Es fácil de transportar pues es pequeño y liviano, incluso guardarlo en una bolsa de plástico que pude tardar hasta 30 días.


Cebe recalcar que la tarjeta está hecha a base de hipoclorito de sodio, zeolita natural que genera dióxido de cloro que es reconocido a nivel internacional como una nueva generación de potentes desinfectantes de larga duración sin ser tóxico e inodoro. No debe ser presionada porque la solución fluye en automático. Su costo oscila entre los 390 pesos.


No obstante, organismos internacionales, como la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA en inglés), asegura que no hay evidencia científica de que funcionen y menos aún, de que sean seguras.


"En medio de esta emergencia mundial, todavía hay quienes aprovechan para estafar y vender productos de inferior calidad”, señala un artículo publicado en el sitio web de la agencia norteamericana.


Estas tarjetas de fabricación japonesa causaron gran polémica en Bolivia cuando la presidenta Jeanine Áñez Chávez, apareció portando una de estas, la cual se vende como una sustancia que desinfecta el aire que está alrededor durante 30 días; sin embargo expertos han alertado su uso porque el dióxido de cloro podrían causar irritaciones respiratorias, oculares y quemaduras en la piel ya que es altamente corrosivo. En Vietnam y Tailandia fueron prohibidos.