México: Política energética para siglo 21

Ecología Humana por:  Amado Ríos Valdez 



“La edad de piedra no se acabó por falta de piedra. Del mismo modo, la era del petróleo se acabará mucho antes de que el planeta se quede sin petróleo”. James Canton.


¿MÉXICO TIENE POTENCIAL PARA DESAROLLAR LAS ENERGÍAS RENOVABLES?

Soy de una generación que vivió toda su vida en la economía basada en la energía de los combustibles fósiles y que no verá el fin de la era del petróleo.


En 50 años o menos se terminarán las reservas de petróleo del mundo y en 30 años las de México. Sin embargo, los jóvenes que hoy tienen 30 años o menos sí lo vivirán y en México los que tienen 45 años o menos también verán ese futuro de un país sin petróleo.


Parece lejos, pero en términos de planificación de políticas públicas y proyecto de nación es apenas un suspiro. Pero la economía basada en los hidrocarburos se terminará mucho antes, los expertos apuntan que, dentro de 20 a 25 años, la energía del petróleo ya no será la más dominante ni la más barata y como dice el tango: 20 años no es nada.


¿Nos estamos preparando para ese futuro inminente?

Es urgente y prioritario que México invierta en investigación, desarrollo tecnológico y construcción de infraestructura de fuentes de energía renovables para poder aspirar a mantener y fortalecer la independencia y soberanía energética, nos quedan muy pocos años de petróleo y es una vertiginosa carrera contra el tiempo.


México tiene una condición geográfica privilegiada para el desarrollo de energías renovables como la solar, la eólica, la de las mareas y la geotérmica. La incidencia solar es abundante pues en verano llegamos a tener hasta 16 horas de sol y en invierno hasta 12 horas y prácticamente en todos los rincones del país.


Los vientos se presentan de manera diferenciada en las regiones del país, pero son de gran relevancia en el Istmo de Tehuantepec, la Península de Yucatán y la Península de Baja California, si bien se presentan también en muchas más regiones que hacen viable la infraestructura para energía eólica a pequeña y mediana escala.


La energía de las mareas puede aprovecharse en todos los estados costeros y con mayor eficiencia en los que tienen incidencia del océano pacífico. La energía geotérmica es menos extendida pues depende de fuentes subterráneas de calor para generar vapor y energía, sin embargo, en los estados con presencia de volcanes es muy factible su aprovechamiento.


Aunque México tiene mayor cantidad de incidencia solar que Alemania, este país tiene una capacidad instalada 30 veces superior a la de nuestro país. La comparativa sería igualmente negativa para nosotros si analizamos las inversiones e infraestructura de países claramente con más desventajas geográficas que México, como Dinamarca, Japón, Islandia, y otros.


Incluso países netamente petroleros como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos están construyendo desde ahora las mayores plantas de energía solar de todo el mundo previendo la caída del mercado del petróleo.


México tiene todo el potencial y las condiciones geográficas idóneas para transitar hacia las energías renovables y dejar el petróleo para utilizarlo en algo que seguramente seguirá siendo muy útil: la producción de materiales como los plásticos, vinilo y otros subproductos.


ENERGÍA: NO METERLE DINERO BUENO AL MALO

La energía del petróleo y el carbón, los combustibles fósiles, los usamos en México para producir energía eléctrica, para las máquinas en la industria y para el transporte.


Toda esa energía de los combustibles fósiles se puede cambiar muy rápidamente para que se produzca solo a partir de una combinación de las fuentes renovables.


México importa más combustible que el petróleo crudo que vende, un saldo deficitario. Este saldo negativo se puede transformar muy rápidamente en saldo positivo si dejamos de importar combustibles (gasolina, diésel, combustóleo), y producimos energías renovables para generar electricidad, para mover los autos, aviones, barcos, para la energía necesaria en la planta productiva industrial, de comercios y servicios, para los hogares de millones de mexicanos y para que en un futuro cada hogar sea autosuficiente e independiente en la generación de energía eléctrica.


Las importaciones de derivados de los hidrocarburos fueron en el 2018 de 32,688 millones de dólares, de los cuales el 93% fue para comprar combustibles. Nuestro déficit anual en el mercado de hidrocarburos es de 3,384 millones de dólares.


EL FUTURO YA ESTÁ AQUÍ

Hoy en día, la electricidad es más barata y eficiente producirla a partir de energía eólica y energía solar.


Las subastas eléctricas para compra de energía eléctrica a productores a partir de energía solar y eólica demostraron que el costo de producción de CFE es desde 80 dólares por megawatt/hora hasta un mínimo de 45 dólares.


Las subastas lograron en 5 años, coincidiendo con la caída del precio de la tecnología solar fotovoltaica y eólica, que los precios ofrecidos en las subastas pasaran de 45.6 en la primera hasta 20.84 dólares promedio por megawatt/hora en la de 2018.


Los costos de generación de 20 o 30 dólares por megawatt/hora significarían ahorros del 40-60% en costos de electricidad para todo el país.


El sobreprecio de la electricidad producida por las plantas a carbón, combustóleo, diésel y gas de CFE los pagamos todos los mexicanos en nuestra factura mensual o vía subsidios. ¿Por qué aferrarse a seguir produciendo energía eléctrica con combustibles fósiles si es más caro, contaminante e ineficiente?.


SUBSIDIAR LA PRODUCCIÓN, NO EL CONSUMO


Es una opción más económica y progresista para el país financiar que en todos los hogares se instalen paneles solares que seguir subsidiando el consumo.


En China están aplicando agresivamente este esquema: subsidiar la producción, no el consumo.


La energía solar tiene la ventaja de que se puede producir en toda la república, en cada rincón, no depende de grandes infraestructuras como plantas generadoras (que son las que consumen enormes cantidades de combustibles fósiles) ni kilométricas líneas de transmisión (que necesitan deforestar miles de hectáreas de bosques).


Algunas empresas ya tienen autogeneración vía energía solar y eólica y su excedente de producción lo venden a la CFE


Lo mismo ocurre con miles de consumidores domésticos que han podido costear la instalación de paneles solares, ya no consumen ni un solo watt producido por la CFE.


Los autos eléctricos son ya una realidad y son el sector automovilístico de mayor crecimiento, marcas como Tesla producen exclusivamente autos eléctricos y las marcas tradicionales como Chevrolet, Volkswagen, BMW, Nissan, están ofreciendo ya autos 100% eléctricos a precios cada vez más competitivo


En los próximos años veremos en las calles de todo México cada vez más autos eléctricos de transporte de mercancías, de transporte público y privado, en 10 años lo que hoy es una rareza será una norma, por la sencilla razón de que, inevitablemente, la gasolina y el diésel serán cada vez más caros.


En muchos países ya han anunciado que se dejarán de vender autos a gasolina a partir de 1930.


Ante este futuro completamente previsible es un completo equívoco que se insista en inyectarle recursos a una decadente industria petrolera y se eliminen las subastas eléctricas, eliminen o reduzca los presupuestos para las energías renovables y se pretenda construir una nueva refinería que por muy rápido entraría en operaciones en el 2025, cuando el mercado del petróleo caerá drásticamente en el 2030.


EL FUTURO ENERGÉTICO SERÁ SUSTENTABLE O NO SERÁ.


Hemos vivido durante un siglo enamorados del petróleo. Toda nuestra infraestructura y toda nuestra predisposición mental, ideológica e incluso mitológica, van en contra de algo que es, sin embargo, necesario y urgente: la transición energética hacia un modelo renovable.


Lo mejor que podría pasarle a México es que nos demos cuenta de que la burbuja del petróleo terminará pronto, para así dedicar los esfuerzos al nuevo paradigma de una economía de cero combustibles fósiles.


El gobierno debe invertir más en energías renovables, en desarrollar una red eléctrica inteligente y en fomentar la eficiencia energética porque es el único desarrollo sustentable.


Lo demás será echarle dinero bueno al malo y ya no podemos darnos ese lujo, porque no sólo es un tema estrictamente ecológico o económico, es un tema de viabilidad como sociedad y de seguridad nacional.