El montaje de Chenalhó/Molinos de Viento


Por: Susana Solís Esquinca

Si uno hace un análisis cuidadoso de los acontecimientos suscitados en los últimos meses en el municipio de Chenalhó; y además toma en cuenta el accionar de las autoridades estatales y municipales, las organizaciones no gubernamentales y el propio EZLN, bien podría tener una idea clara de lo que verdaderamente acontece en esa demarcación de la región Tsotsil- Tsetal de Los Altos de Chiapas: Un montaje de quienes en nombre de sus derechos humanos han detonado una ola de violencia, terror y crimen, en una demarcación, agobiada desde hace décadas por lo que se dejó de hacer en bien de esos chiapanecos olvidados.


Hablamos de un grupo de cerca de 60 personas fuertemente equipado con armas de uso exclusivo del Ejército haciendo de las suyas.


Si a todo esto agregamos una atenta lectura del comunicado que con fecha 10 de octubre de este 2022, hicieron circular representantes de 20 comunidades del Sector Santa Martha de ese municipio, sabremos –primero--, que las 22 hectáreas que estaban en conflicto en la comunidad de Emiliano Zapata, municipio de Chalchihuitán, quedaron a favor de los Bienes Comunales Manuel Utrilla, Santa Martha.


Segundo, conoceremos que el pasado 24 de junio de este año se realizó la medición correspondiente por parte del comisariado, siendo que al siguiente día, el 25 de junio, el grupo inconforme y armado rechazó la decisión de la Asamblea y procedió a emboscar a los integrantes del Comisariado y balear propiedades, cuando los legítimos comuneros denunciaban los hechos y solicitaban la intervención de las autoridades.


Así comenzó la retención y privación ilegal de la libertad de los comuneros de Santa Martha y con ello el 27 de junio sobrevino el primero de una serie de 5 asesinatos, dado a que ni las autoridades de procuración y administración de justicia ni las fuerzas del orden público de los tres órdenes de gobierno, han podido ingresar al Sector San Martha, donde se vivieron días de pánico, intranquilidad e incertidumbre.


Lo que fortalece nuestra tesis de un montaje de parte del grupo armado inconforme con el fallo de la autoridad agraria, es que se pretendan presentar como desplazados cuando todos los elementos apuntan a que son un grupo criminal sumamente violento.


Y es que la narrativa del comunicado, donde se reseñan los hechos de violencia que culminaron en asesinato tras asesinato de los comuneros, no dejan duda de que se trata de lobos encubiertos con piel de oveja.


Algo que sin duda ha engañado tanto a las organizaciones no gubernamentales que operan en esa zona como también a los comités de apoyo del EZLN, los cuales se empeñan en ubicarlos como desplazados y violentados en su derecho a tener una parcela de tierra.


El fallo de la autoridad agraria está de por medio como también ha estado una tenaz labor de mediación y acuerdo en la mesa de trabajo que exprofeso creó el Gobierno del estado entre las partes y en la cual, los opositores a los comuneros de Santa Martha, solo se sentaron para engañar y quedarse con la ayuda humanitaria que envió el gobierno del estado.


Y más adelante viene la denuncia más grave, aparte de los asesinatos cometidos y la retención de un elemento militar el pasado mes de septiembre, cuando se señala el intento –ocurrido el pasado 29 de septiembre y de parte del grupo armado, de envenenar el manantial donde beben agua todos los habitantes del sector Santa Martha, siendo sorprendidos por los pobladores.


De ese tamaño ---de lesa humanidad--, era el crimen que estuvo a punto de cometerse si no hubiera sido porque fue detectado por los propios comuneros, quienes han señalado que a pesar de tal amenaza, no dejaran pasar a los supuestos “desplazados.


Habría que mencionar también la descomposición que ha permeado en los mandos y miembros del EZLN, ya que hay quienes afirman que en municipios como: Pantelhó, Aldama y Chenalhó operan como grupos armados delincuenciales y paramilitares cometiendo crímenes de lesa humanidad, entre las que destacan: ejecuciones y desapariciones forzadas, teniendo la protección y silencio de organismos de derechos humanos.


Eso es lo que releva en nuestra lectura a fondo del caso Chenalhó, específicamente en lo que tiene que ver con la Sección Santa Martha. Estaremos al pendiente.


Foto:Archivo