La Dimensión Pastoral de Movilidad Humana y la Diócesis de Tapachula, denunciaron las acciones emprendidas por el Instituto Nacional de Migración (INM) en contra de la parroquia de Santo Domingo de Guzmán en Escuintla donde privaron de la libertad a personas migrantes.

En un comunicado señalan, que el pasado 29 de octubre de forma ilegal personal del INM ingresó a la parroquia mencionada y se llevaron a personas que estaban resguardadas dentro del lugar; en medio de estos hechos, salió lesionada una mujer de nacionalidad colombiana que está embarazada, pues hubo exceso de la fuerza.

“La iglesia católica en México lleva 20 años acogiendo, protegiendo, integrando y promoviendo a las personas migrantes que transitan en el país, brindando alimento, hospedaje, vestimenta, atención médica entre otros derechos que en principio deben ser garantizados por el Estado y han sido asumidos por la iglesia católica”.

A pesar de ello, la respuesta del INM es atacar a la iglesia, mediante acciones ilegales que no solo impiden el desarrollo de su labor humanitaria, sino el ejercicio de sus derechos a la asociación y libertad religiosa.

Solicitaron al INM obtenerse de realizar cualquier situación de hostigamiento y perturbación a las actividades humanitarias que realiza la Diócesis de Tapachula a favor de personas migrantes, así como investigar a través del órgano Interno de Control, el actuar de los servidores públicos involucrados en los hechos para realizar las sanciones.

A la Comisión Nacional de Derechos Humanos que lleve a cabo una investigación acorde a los estándares nacionales e internacionales de derechos humanos, que permita realizar una recomendación a las instituciones involucradas con el objetivo de reparar a las víctimas y que se garantice la no repetición de estos hechos.