ASI fue la visita del Papa Francisco a Chiapas en febrero del 2016


El Papa Francisco visitó en el 2016, cuatro entidades, una de ellas Chiapas donde celebró una misa ante cientos de personas ataviadas con los trajes típicos de los Altos de Chiapas.


El 15 de febrero de 2016, realizó una visita histórica a San Cristóbal de las Casas, como parte de su gira apostólica por México.


A lo largo de la homilía, el Papa habló sobre la ley de Dios como luz que ayudó al Pueblo de Israel a vivir en libertad. El Papa también se refirió sobre el anhelo que existe en los corazones de tener una tierra en la que la injusticia pueda ser vencida por la solidaridad y la violencia sea “callada por la paz”.


En su homilía, Francisco dijo que la misma tierra levanta su voz frente a lo que pretende aletargar y adormecer la vida.


Ante miles de chiapanecos el Papa tocó el tema de la ecología y de la situación de los pueblos originarios de América. Hizo un llamado a no hacerse sordos ante “una de las mayores crisis ambientales de la historia”.


Comentó que los indígenas tienen mucho que enseñar porque saben relacionarse con la naturaleza, “a la que respetan como ‘fuente de alimento, casa común y altar de compartir humano’”.


Después de visitar la Catedral de San Cristóbal de las Casas, el Papa se dirigió, en helicóptero a Tuxtla Gutiérrez para tener un encuentro con las familias en el estadio Víctor Manuel Reyna.


Ahí escuchó el testimonio de cuatro familias mexicanas. Manuel, un chico con distrofia muscular que evangeliza desde su silla de ruedas, dijo que ir a la iglesia cambió su vida familiar, y concluyó su breve intervención diciendo que los adolescentes y jóvenes son los consentidos de Dios


Francisco también escuchó el testimonio de una pareja de divorciados vueltos a casar, de un matrimonio que celebró sus bodas de oro, y de una madre soltera de la Ciudad de México que, a pesar de sus difíciles circunstancias, optó por decirle “no” a la tentación del aborto.


Finalmente habló de la Virgen de Guadalupe y de San José: “Ustedes queridos mexicanos tienen un plus, corren con ventaja. Tienen a la madre: la Guadalupana quiso visitar estas tierras y eso nos da la certeza de tener su intercesión para que este sueño llamado familia no se pierda por la precariedad y la soledad. Ella está siempre dispuesta a defender nuestras familias, nuestro futuro; está siempre dispuesta a ‘echarle ganas’ dándonos a su Hijo. (…)Y no nos olvidemos de San José, calladito, pero ayudando a la familia”.