Tras dos meses de la muerte de la estudiante de servicio social Mariana “N” que detonó en un paro de actividades escolares, el rector Carlos Faustino Natarén Nanadaya, se disculpó públicamente por no haber generado las condiciones efectivas de seguridad y protección hacia las universitarias, “que en búsqueda de sus sueños, han sido violentadas, agredidas e invisibilizadas”.

Con la asistencia de las y los integrantes de la junta de gobierno, colectivas feministas y comunidad universitaria, dijo que la Unach asume los problemas de rezago e injusticias que durante 47 años ha prevalecido en la Máxima Casa de Estudios y reconoció que no se han ofrecido las garantías mínimas para un pleno desarrollo de las mujeres.

Admitió que el actual servicio social adolece de la seguridad mínima, así como las condiciones que garanticen la salud emocional y psicológica; “por lo cual es necesario enmendar el rumbo”.

El rector expresó su compromiso y convicción de erradicar la violencia cultural contra las mujeres, por lo que habrá “cero tolerancia hacia cualquier tipo de violencia”.

Anunció que se generará una cultura de inclusión y respeto mediante la aplicación de un protocolo efectivo de protección contra la violencia y la integración de un observatorio que dará seguimiento a los casos de impunidad que existen en la universidad”.