CALENTAMIENTO GLOBAL impacta en zonas arqueológicas de Chiapas: UNAM


La lluvia ácida deteriora los monumentos históricos, sobre todo aquellos construidos con carbonato de calcio en sus distintas formas (piedra caliza, piedra múcara de arrecife o mármol, entre otros) en las zonas arqueológicas mayas en la Península de Yucatán y en Chiapas; El Tajín y la fortaleza de San Juan de Ulúa, Veracruz, así como en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México.


Rodolfo Sosa Echeverría, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM, señaló, es la que cae sobre la Tierra en forma seca (gases o partículas) y húmeda: lluvia, nieve o granizo.


Los contaminantes atmosféricos, dijo el investigador del ICACC, no sólo pueden afectar la salud humana, cuerpos de agua y ecosistemas, sino también deterioran los materiales de las edificaciones que representan un valor comercial o cultural.


Aquellos que son emitidos presentan interacciones con la meteorología y la química atmosférica, generando reacciones que convierten a la atmósfera en un reactor que produce lluvia ácida con ácidos sulfúrico y nítrico, cuyos precursores son los óxidos de azufre y de nitrógeno expulsados a la atmósfera por fuentes naturales y antropogénicas.


En ese sentido, institutos de la UNAM (Física, Estéticas, Química, Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, así como otras instituciones del país) se vincularon a través de la “Red de Ciencias Aplicadas a la Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural”, del Conacyt. Además de estaciones de monitoreo y estudios para diagnosticar el grado de afectación por depósito atmosférico, en México es necesario que se tomen medidas para reducir, prevenir y controlar el impacto de la contaminación en diversos sitios arqueológicos.


Sosa Echeverría detalló que hay estrategias in situ mediante las cuales se instalan en el lugar, por ejemplo, estructuras de fibra de vidrio para que los turistas observen en el exterior.


Asimismo, las piezas originales se resguardan en museos o laboratorios para protegerlas de la lluvia, polvo, radiación solar, etcétera. Además de la restricción de áreas, se aplican recubrimientos naturales o artificiales, entre otras medidas.


Para la reducción de emisiones de los precursores de lluvia ácida, se puede cambiar o mejorar los combustibles, sistemas de control en las industrias o servicios y el mejoramiento de tecnologías vehiculares.